Mercenarios y
soldados de fortuna:
A todas las
guerras (condenables todas ellas), van, como aves de rapiña o como bestias
sanguinarias, los mercenarios, esos soldados de fortuna dispuestos a cobrar por
cada una de las muertes que generan. Su ideología es ninguna; su moral
inexistente; sus razones: el dinero que cobran por adelantado, más el saqueo
que se les permite sin preguntas. Nunca tuvieron buena prensa, nunca les pusieron
medallas de honor en su pecho, nunca nadie quiso reconocer el apoyo de estos
mercenarios sin escrúpulos a su causa … hasta ahora. En esta guerra (tan cruel
e injusta como todas las guerras), la prensa destina, sin rubor alguno, sus
primeras páginas a estos sanguinarios matadores de personas; a los gobiernos no
les importa reconocerlos como unos más de los suyos; y en esta sociedad, dirigida
y manipulada por las opiniones twitteras, se les reconoce como verdaderos
héroes.
Hasta este extremo ha llegado la pérdida de nuestros valores personales, cívicos y sociales. Estamos anestesiados, y no parece que esto vaya a mejorar con el paso del tiempo, sino todo lo contrario.