martes, 27 de mayo de 2014

La Otra Parte del Muro

La modestia no abre ningún camino ni lleva a ninguna parte, por eso os propongo escuchar atentamente este Podcast, que llega a todos los amantes de la buena literatura a través de una gran voz. Pica directamente en este enlace, y relájate y disfruta durante unos minutos.
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jueves, 22 de mayo de 2014

MATAR AL LECTOR

                      ¿Quién está empuñando el traicionero puñal que puede terminar con los lectores? ¿Quiénes son los máximos artífices de esa ofensiva incruenta, pero muy eficaz, que pretende acabar con esa rara avis que son los buenos lectores? Cuando uno se hace estas preguntas, y reflexiona sobre ello, llega a la lamentable conclusión que los mayores culpables de este “genocidio literario” son, precisamente, las EDITORIALES.
    ¿Existe la TV-basura?, SÍ. ¿Existen los libros-basura?; desgraciadamente no nos queda más remedio que contestar que SÍ, y cada vez más y más.
     Si los premios literarios de gran renombre (y algunos otros de menor nivel) ya están corrompidos de por sí, pues su concesión se basa en la más pura mercadotecnia, dejando al margen cualquier atisbo de buena literatura, ahora también vemos, día a día y sin parar, cómo los únicos libros que se promocionan, se publicitan y se colocan en las primeras líneas de las librerías son todos aquellos que han sido “hechos a medida” y firmados por algún personaje o personajillo, popular o popularcillo, de los que pululan por los platós televisivos, o de los que prestan su voz, escasa de sabiduría la mayor parte de las veces, en tertulias varias y diversas.
    ¿Y este torbellino de libros hechos a medida con firmas de famosos o famosillos, es inocuo? ¿Acaso no tiene ninguna repercusión sobre ese especial cosmos donde cohabitan los lectores? Solo cabe una respuesta: es el arma perfecta para ir exterminado a los lectores existentes, y el medio más efectivo para cerrar las puertas a todo el que esté interesado en entrar en el mundo de la lectura. ¿Y quién está promoviendo (queriendo o sin querer) todo esto?: LAS EDITORIALES, aunque sea muy difícil  de comprender.
    Todas las mañanas nos podemos desayunar con la noticia de algún libro que ha escrito(?) alguno de esos personajes considerados populares, y que una editorial lanza al mercado a bombo y platillo. La última con la que me he encontrado es con una novela que, al parecer, va a estar firmada por una tal Raquel Sánchez Silva (Tele5 dixit), escritora(?) que declara, sin ningún rubor, que ha escrito la historia a ratitos, entre programa y programa, y que automáticamente ya está preparada para que se la publiquen (Planeta, por supuesto), sin que haya dedicado ni un solo día a releerla y releerla, a corregir y corregir y corregir… (como hace cualquier escritor de verdad). Al menos les podían enseñar cuales son los procesos mínimos que exige cualquier creación literaria, para que no metan la pata en las entrevistas promocionales que les programan. Aunque pienso, y estoy convencido de ello, que ni al supuesto autor/a ni a la editorial de turno eso les importa mucho; buscan la “pela” y solo la “pela”.
   ¿Pero por qué me atrevo a afirmar que con todo este entramado de falsos autores y libros preparados ad hoc se está MATANDO AL LECTOR? Hagamos un examen rápido y somero:
    ¡) Si ‘A’ (nuevo lector) compra uno de estos libros tan publicitados y con tan poca esencia literaria, lo más seguro es que se desilusione de inmediato, y no vuelva a gastarse ni un euro más en ningún otro, pues la lectura debe procurar placer y entretenimiento, algo que en modo alguno va a encontrar en esos libros. Resultado: esa persona (posible lector) va a dedicar su tiempo libre a cualquier otra actividad que le resulte grata, dejando de lado la lectura.
    ¡¡) Si ‘B’ (lector esporádico) adquiere, porque es lo primero que ve en el stand de la librería, cualquiera de esos libros preparados para el consumo inmediato y faltos de cualquier otro interés, es muy posible que se aburra muchísimo cuando lo lea, y que decida cambiar sus preferencias de ocio. Resultado: una más que probable deserción en masa de este tipo de lectores, que buscarán otras formas de pasar el tiempo alejadas de la lectura.
     ¡¡¡) Si “C” (lector habitual y riguroso) termina contaminado por esta nefasta política editorial, y se deja arrastrar por la potente maquinaria publicitaria que despliegan las editoriales para venderle (o más bien colocarle) sus libros, mucho me temo que acabe hartándose de tener que estar apartando continuamente la paja del grano. Resultado: buscará repartir su tiempo libre entre otras actividades menos contaminadas intelectualmente, y se irá apartando de los libros poco a poco, aunque nunca los olvide.
    Inevitable conclusión: Aunque sea muy difícil de entender, la triste realidad es que las propias editoriales están abriendo el camino que les llevará hasta ese lugar donde alguien les tiene preparada su tumba, para mayor gloria y satisfacción de los políticos oficiales (que quieren a un pueblo ignorante), y para desconsuelo de los amantes de la buena literatura.
     Si alguien del mundillo editorial quiere saber cuál es el final que les espera, solo tiene que fijarse en las que fueron en su día todopoderosas empresas discográficas, que siguieron la misma política de tierra quemada que en la actualidad están siguiendo los editores de libros, y que ahora andan, como almas en pena, echando la culpa de todos sus males a los otros (Internet, piratería, etc. ), cuando la única verdad es que no supieron, o no quisieron, dedicar su tiempo a promover la buena música, en lugar de pensar solo en el dinerito fresco e instantáneo.
     Habrá quienes sean unos optimistas antropológicos, y no compartan esta teoría; a esos les pido que anoten en su agenda o en su diario este vaticinio, para que puedan comprobarlo y verificarlo pasado algún tiempo: LAS EDITORIALES ESTÁN MATANDO A LOS LECTORES Y, EN CONSECUENCIA, CAVANDO SU PROPIA TUMBA.
    Me gustaría que no fuera así, pero creo, sinceramente, que mi pronóstico no es una predicción de adivino barato, sino una realidad que veremos no tardando mucho, para desgracia de los escritores y de los lectores.
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viernes, 16 de mayo de 2014

La pobreza de los premios literarios


¿Por qué la mayoría de los concursos y premios literarios sucumben a la simpleza y rechazan todo aquello que huela a verdadera creación literaria?
La única respuesta que puedo encontrar a esta pregunta, es que buena parte del común de los jurados (esas gentes que presumen de instruidas), confunden el conocimiento de las reglas de expresión escrita con el verdadero talento creativo, talento creativo exigible a cualquier obra que pretenda llamarse “literaria”.

 

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